miércoles, 1 de septiembre de 2010

Me fascinan las tormentas. De chico me colgaba mirando cielos nublados y esperando rayos y adivinando qué tan fuerte iba a tronar. Y el viento, ¡cómo me gusta! Hasta que se hiperboliza y empieza a dar miedo; ahí ya no.

2 comentarios:

la pequeña cris... dijo...

y ocontaba los seundos para saber que tan cerca habia caido...hasta que cae muy cerca y me toca apagar la luz...
todo queda oscuras y yo con la velita, esperanto a que todo pase...

Piove in paradise ragazzo....

mori dijo...

yo con el viento tengo una relacion bipolar... me gusta porque me hace sentir sola, y a la vez me gusta porque me siento acompañada... raro no?