jueves, 23 de junio de 2011

Muchas veces, incontables veces, he sido Eduardo y Gerardo. Ok.
También Sebastián, Luis y Drappo. Boludez máxima de un profesor, ósmosis y transferencia de personalidad respectivamente, ponele.
Una vez fui Adgardo. Error de tipeo, seguro.
Y hoy fui Efgar, escrito a mano, grande y en imprenta mayúscula.

—¿Cómo te llamás?
—Edgardo.
—... ¿Cómo?
—EDGARDO.

Acto seguido, tiene el tupé de escribir EFGAR en el envase.

No sé. Por lo pronto decidí que me voy a empezar a llamar Juan o Pablo o Pedro. O llevaré un distintivo con mi nombre a todas partes, como cuando iba al jardín de infantes.

Que alguien me explique, por favor, porque yo ya no entiendo.
 

jueves, 16 de junio de 2011

Anoche soñé que K volvía y que mi vecina hablaba francés re bien.
 

martes, 14 de junio de 2011

La muerte es algo que tiene que marcar a todos los hombres. La idea de que podemos cesar en cualquier momento, que somos fortuitos, casuales, tiene que emocionar a cualquiera que no sea del todo insensible.

-Jorge Luis Borges
 

viernes, 3 de junio de 2011

Bueno, *respira hondo* última vez que voy al banco. (Aunque lo mismo dije las últimas tres veces que fui esta semana, así que...)