viernes, 1 de julio de 2011

Ahora que lo pienso, hoy tuve motivos para estar nervioso, para estar feliz, para deprimirme, para cansarme, para avergonzarme, para estar orgulloso, para sentirme frustrado, para tener miedo, para creerme sumamente adulto y para sentirme aliviado. Todo eso en un mismo día. Genial: estoy vivo, ninguna duda. Pero tendría que retomar urgentemente la meditación, porque ese desequilibrio sincrónico no me copa.
 

1 comentario:

Agustín dijo...

Claro, yo iba preguntar si no serías bipolar (??) Nah mentira :P