miércoles, 4 de septiembre de 2013

El viernes pasado Adriana Bolívar dijo que hay una crisis del diálogo y yo le creo. Si de cada cinco mensajes que mando recibo uno solo como respuesta, sin dudas hay un diálogo disfuncional. O un pronunciado desinterés. O simplemente boludeces de mi parte que no ameritan respuesta. Ah, qué bonito, merecer el silencio.
Y así es como nos damos manija.
  

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